Grandes esperanzas

charles_dickens

Una tarde, R.Wilfer cerró su escritorio, se metió su manojo de llaves en el bolsillo como si fueran una peonza y se encaminó a casa. Vivía en la región de Holloway, al norte de Londres, entonces separada de la ciudad por campos y árboles. Entre Battle Bridge y esa parte del distrito de Holloway en la que residía había un trecho de Sáhara suburbano, donde se quemaban ladrillos y tejas, se hervían huesos, se azotaban alfombras, se arrojaba basura, peleaban perros, y los empleados de la limpieza amontonaban polvo. Mientras flanqueaba ese desierto por su ruta habitual, a la luz de los fuegos de los hornos que formaba chillones manchas en la niebla, R.Wilfer suspiraba y negaba con la cabeza.

-¡Ay!-decía-¡Las cosas podrían haber sido de otra manera!

Charles Dickens. Nuestro amigo común (1865)