Regueros peligrosos

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En septiembre de 2014, un camión del servicio de limpieza y recogida de residuos de la ciudad de Terrassa, de la empresa Eco-Equip, provocó una gran mancha de aceite que dificultó el tránsito rodado y se extendió a lo largo de más de 2 kilómetros. Un motorista cayó al suelo al resbalar en ella, sin sufrir daños de consideración, afortunadamente. La policía local siguió el rastro de la mancha hasta llegar al camión, ya detenido por su conductor -“en cuanto se había dado cuenta”- y que estaba perdiendo aceite de la carga que transportaba, después de recoger algunos contenedores. Al parecer, el líquido oleaginoso no fue correctamente reciclado por los usuarios del servicio, los trabajadores del equipo no se percataron al instante del vertido y las gomas aislantes y el sistema de sellado estanco del vehículo de Eco-Equip no pudieron evitar la fuga de forma conveniente, preparada o segura para ese tipo de fluido. Una brigada de operarios de la misma empresa, a instancia municipal, tuvo que limpiar la mancha del asfalto durante horas.

En julio de 1976, un conductor de recogida de residuos de la empresa Conserlim, concesionaria entonces del servicio en la ciudad de Terrassa, no comprendía cómo se pudo abrir la compuerta trasera del camión. “Con el ruido del vehículo y la oscuridad de la noche no se dio cuenta de la avería hasta llegar al vertedero”. Las inmundicias, desechos y vidrios quedaron desperdigados por la calzada, obstaculizando el paso y con riesgo grave para la circulación. La policía local alertó a la empresa y solicitó el adecentamiento urgente de la vía. Una brigada de operarios acudió al lugar para limpiar el rastro dejado por el camión de basuras. Mientras se afanaban en retirar los restos del pavimento, tres de ellos fueron atropellados por un turismo. Los tres hombres, basureros, murieron en el acto.

Hasta que llega nocturno
sin demasiada ternura
y los engulle uno a uno
el camión de la basura

(Obstáculo Impertinente, 1987, Rosendo Mercado)

Por cierto, este último octubre de 2014, en la ciudad de Terrassa, los vertidos de los vehículos de limpieza urbana fueron bastante frecuentes. A final de mes, se paralizó un camión de basura porque perdía un ácido muy corrosivo -otro líquido no correctamente reciclado- de la caja trasera, que «suponía un riesgo evidente para los usuarios de la vía, para conductores y peatones». Pocos días antes, una máquina barredora también virtió hidráulico en la calzada. Lo sé por experiencia y por la prensa local:

máquina barredora vierte líquido

 

Además, en otro orden de cosas, en ese mismo mes, en el Pleno Municipal, tras múltiples críticas (interesadas y desinteresadas y no tanto), se aprobaron varias medidas para «mejorar» el servicio, por unanimidad de todos los grupos con representación en el ayuntamiento. La concejal responsable, Carme Labòria, del PSC, dijo: «Me gustaría remarcar y agradecer la dedicación de los trabajadores de Eco-Equip en la ejecución de sus tareas. Muchas veces son muy poco valoradas por los ciudadanos y creo que es un colectivo que se está esforzando mucho, que está trabajando, que ha sufrido unos grandes recortes, sobre todo en personal. Entendemos que se les tiene que agradecer la labor que desempeñan». Agradecimientos (¿peligrosos?) en reguero, en fin, casi como cantaba Rosendo.