El incendio

No había vigilancia en aquel momento. Eran las cuatro de la madrugada. Alguien, sigilosamente, entró en las instalaciones de la empresa pública de recogida de residuos y limpieza viaria de la ciudad de Terrassa, Eco-Equip, y prendió fuego en tres puntos distintos. Conocía perfectamente cómo y dónde hacer pupita. Siete vehículos fueron totalmente calcinados, los más modernos, los recientemente adquiridos por el ayuntamiento para mejorar la prestación del servicio de saneamiento urbano. El incendio no fue controlado por los bomberos hasta las siete de la mañana. Al ser intencionado, la agencia de seguros no cubrió los daños del siniestro. Durante semanas, se tuvo que recurrir a vehículos venidos de Sant Cugat para recoger los residuos de Terrassa. Poco tiempo después, la empresa lanzó una licitación para la compra de cinco camiones de recogida de basuras, una cuba de riego y dos barredoras. Ocurrió en 1988. Nunca se halló al culpable o a los culpables del incendio.